Los trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) han iniciado una serie de protestas en distintas ciudades del país para demandar la restitución del régimen anterior de jubilaciones y pensiones, que fue eliminado en 2005. El sistema actual, basado en cuentas individuales administradas por las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores), genera preocupación entre los empleados debido a que no garantiza una jubilación digna ni suficiente para cubrir las necesidades básicas, además de que obliga a esperar hasta una década para recibir los recursos.
Las manifestaciones se han llevado a cabo en localidades como Mazatlán, Culiacán, Los Mochis y Puerto Vallarta, congregando a médicos, enfermeros, y personal de intendencia, laboratorios y cocina. A pesar de la protesta, se ha informado que los servicios médicos públicos no han sido afectados. Entre sus demandas destacan la apertura de un diálogo con el gobierno federal y el Congreso para encontrar soluciones que permitan la reinstauración del régimen de jubilación y pensiones previo a la reforma de 2005.
En paralelo, integrantes de la Fuerza Independiente de Trabajadores de la Salud (Fintras) en la Ciudad de México han manifestado su descontento contra la falta de insumos médicos, condiciones laborales precarias y retrasos en pagos dentro de hospitales adscritos al programa IMSS-Bienestar. Estas protestas han incluido huelgas de hambre y marchas, enfrentándose en algunos casos a operativos policiales. Los trabajadores han pedido mayor contratación de personal, regularización de nombramientos y abastecimiento oportuno de insumos, problemáticas que también afectan a estados como Hidalgo, Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Zacatecas.
El sistema de jubilaciones actual basado en cuentas individuales administradas por Afores pone en riesgo la estabilidad económica de los futuros pensionados, ya que su valor depende de la volatilidad del mercado financiero y la gestión privada. En contraste, el régimen eliminado garantizaba pensiones dignas y seguras basadas en aportaciones y en derechos laborales protegidos por el estado mexicano, asegurando una mayor estabilidad a los trabajadores en etapa de retiro.
En síntesis, los empleados del IMSS exigen la reversión de la reforma del año 2005 que modificó el esquema de jubilaciones y pensiones, solicitando la reinstauración del sistema tradicional que ofrece garantías y cobertura suficiente para una vejez digna. Estas movilizaciones pretenden visibilizar la necesidad de un acuerdo amplio que beneficie tanto a los trabajadores activos como a los pensionados para garantizar justicia social y estabilidad económica.
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