Mérida, Yucatán, como refugio y punto clave de La Barredora según investigación de la FGR
La ciudad de Mérida, Yucatán, fue identificada como un espacio clave en la operación de la organización criminal conocida como La Barredora, liderada por el yucateco Hernán Bermúdez Requena, según reveló un testigo protegido de la Fiscalía General de la República (FGR). Este vínculo no solo evidencia la presencia de esta agrupación en territorio yucateco, sino que también revela la utilización de la capital como refugio y como nodo estratégico para reincorporar integrantes mediante comunicaciones cifradas con la aplicación Silent.
Refugio y comunicaciones seguras en Mérida
La investigación detalla cómo integrantes de La Barredora buscaron protección en Mérida, usando la ciudad para mantener contacto y reorganizar la estructura criminal de manera discreta. Se sabe que al menos otro miembro capturado recientemente también estuvo oculto en Mérida, lo que reafirma la importancia de esta urbe en la red clandestina de la banda.
Lavado de dinero a gran escala en la región
Uno de los aspectos más preocupantes es el traslado de importantes sumas de dinero en efectivo, que oscilaron entre 2 y 3 millones de pesos por viaje, acumulando cerca de 40 millones en total. Estos recursos fueron transportados en avionetas privadas desde Villahermosa hasta Mérida y entregados en un exclusivo complejo habitacional. La justificación oficial se vinculaba con proyectos inmobiliarios, pero en los hechos esta maniobra formó parte de un entramado de lavado de dinero operado con sigilo, eludiendo la detección por parte de las autoridades locales.
Captura y proceso contra el líder Hernán Bermúdez
Hernán Bermúdez Requena, conocido también como El Abuelo, quien fue secretario de Seguridad de Tabasco hasta 2024, logró evadir la justicia durante un tiempo tras la caída de varios de sus colaboradores. Fue detenido en Paraguay en septiembre de 2025 y actualmente se encuentra recluido en el penal de máxima seguridad conocido como Altiplano. Entre los cargos que enfrenta están delincuencia organizada, extorsión y secuestro. Su caso ha dejado al descubierto posibles infiltraciones dentro de instituciones públicas y ha generado repercusiones políticas relevantes, particularmente al interior del partido gobernante.
Actividades ilícitas y estructura criminal sofisticada
La Barredora operaba involucrada en múltiples delitos de alto impacto como secuestro, homicidio, extorsión, tráfico ilícito de personas y robo de combustible. Además, poseía un aparato armado y empleaba recursos avanzados para evadir la justicia, incluyendo cirugías plásticas para modificar identidades de sus líderes, lo que refleja la sofisticación y alcance de sus operaciones.
Este caso subraya la necesidad de fortalecer las acciones coordinadas en materia de seguridad para evitar que ciudades clave sean usadas como centros de operaciones de organizaciones delictivas. Continúe atento a nuestras noticias para estar informado sobre los avances y nuevas implicaciones relacionadas con esta investigación y otros temas de seguridad nacional.