El sector restaurantero en Tabasco enfrenta una situación crítica en el año 2025, marcada por el cierre de múltiples establecimientos que refleja un deterioro económico significativo en la región. De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), hasta la fecha han cerrado 19 negocios gastronómicos, lo que afecta a una red regional que supera los 3,500 negocios asociados a esta industria.

Entre los factores más importantes que han provocado esta crisis se encuentran:

• Falta de liquidez: La morosidad de Petróleos Mexicanos (Pemex) en los pagos a sus proveedores ha generado una cadena de afectaciones económicas, impactando a los restaurantes que dependen directamente de la actividad económica ligada a la industria energética del estado.
• Inseguridad: El aumento de la inseguridad en la región ha deteriorado la confianza tanto de consumidores como de empresarios, repercutiendo en la economía local y limitando el flujo de clientes hacia los establecimientos restauranteros.

A pesar de los cierres, el sector registra la apertura de 11 nuevos restaurantes y otro que está próximo a iniciar operaciones. No obstante, estas aperturas no compensan el impacto generado por el cierre de negocios más antiguos ni el daño económico derivado de la actual crisis.

Las perspectivas para el último trimestre del año muestran un optimismo cauteloso, fundamentado en la demanda histórica que suele incrementar hacia el cierre del año, lo que podría mejorar ligeramente la situación del sector.

El daño económico derivado de esta crisis supera incluso las afectaciones provocadas por la pandemia de COVID-19, evidenciando la gravedad del momento actual para el sector restaurantero en Tabasco. Esta situación demanda atención y acciones para revertir las condiciones adversas y recuperar la estabilidad económica en la región.

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