En un operativo reciente llevado a cabo en el Puerto de Veracruz, agentes aduanales alertaron sobre la llegada y descarga de cinco buques que transportaban lo que se ha identificado como huachicol fiscal. Esta modalidad de contrabando de combustibles se distingue del robo tradicional de ductos y representa un sofisticado esquema de fraude aduanero y fiscal que afecta gravemente la industria energética y la economía nacional.
El huachicol fiscal consiste en la importación ilegal de gasolina y diésel que, para evadir el pago de impuestos, es registrado bajo fracciones arancelarias distintas que le permiten clasificarse erróneamente como productos exentos, tales como lubricantes o aditivos. Esta manipulación posibilita que los combustibles sean comercializados a precios considerablemente más bajos, generando así importantes beneficios económicos para quienes operan estas redes ilegales.
Las investigaciones indican que para lograr esta operación clandestina se utilizan permisos temporales de importación fraudulentos, en complicidad o con la omisión de autoridades aduaneras, facilitando la entrada de entre 20,000 y 30,000 toneladas de combustible por embarque sin la debida tributación.
Este método de contrabando, que ha sido detectado en múltiples ocasiones en el Puerto de Veracruz durante el año 2024, representa una pérdida fiscal estimada superior a 170 mil millones de pesos, afectando no solo a las arcas públicas sino también a distribuidores legales y al mercado interno del combustible. Además, este tipo de delitos socava la confianza en las instituciones encargadas de la vigilancia y regulación, incluyendo la Secretaría de Marina, que participa en operativos de control portuario.
El tráfico de huachicol fiscal genera competencia desleal y pone en riesgo la seguridad energética del país, recomendando una acción más firme y coordinada entre autoridades aduaneras, fiscales y de seguridad para erradicar este problema que continúa creciendo en alcance y complejidad.
Expertos en seguridad y comercio internacional hacen un llamado para reforzar los controles en aduanas mediante tecnologías avanzadas de inspección, mayor coordinación interinstitucional, y sanciones ejemplares contra quienes participen en el contrabando de combustibles.
Asimismo, resaltan la importancia de campañas de concienciación para evitar la compra y venta de combustible ilegal y promover la denuncia ciudadana como estrategia complementaria para desarticular estas redes.
Para mantenerse informado sobre esta y otras noticias relevantes en materia de seguridad y economía, continúe navegando en nuestros contenidos especializados.