Padres de familia de la escuela primaria Juan Escutia, ubicada en la colonia María Esther Zuno de Veracruz, han expresado públicamente su preocupación por presuntas irregularidades y posible malversación de fondos en el manejo de las cuotas escolares. La acusación se centra en la tesorera de la Asociación de Padres de Familia (APF), a quien responsabilizan por la falta de recursos a muy poco tiempo del inicio del ciclo escolar.
Según denunciaron los padres, cada alumno debía aportar mil pesos para la inscripción, sin embargo, a solo un mes del arranque de clases, el dinero recaudado aparentemente se encuentra agotado. De ese fondo, solamente se utilizó un porcentaje para pintar una barda dentro del plantel, pero no se han proporcionado informes claros sobre el destino del resto del dinero.
Otra situación que genera desconfianza entre los padres es que la tesorera de la APF no es madre de ningún alumno matriculado, un detalle que aumenta las sospechas sobre el manejo de las cuotas. Los familiares exigen mayor transparencia y rendición de cuentas sobre las finanzas de la asociación escolar.
Además de las quejas económicas, los tutores han reportado que la maleza del plantel escolar se encuentra crecida y sin mantenimiento, lo que representa un foco de infección para los estudiantes y el personal docente. A pesar de las solicitudes, la administración escolar hasta ahora se ha negado a limpiar estas áreas.
En otro aspecto preocupante, señalaron que un alumno con espectro autista que ingresó al plantel en este ciclo escolar no ha recibido la atención adecuada que garantiza una educación inclusiva. Los padres denunciaron malos tratos hacia este alumno, poniendo en duda la efectividad de las políticas de inclusión educativa dentro del centro escolar.
Este caso específico forma parte de un patrón más amplio de denuncias contra las asociaciones de padres de familia en diferentes escuelas de Veracruz. En diversas instituciones se han reportado vaciados de cuentas bancarias, faltantes significativos en las finanzas y casos de tesoreros incluso asaltados o acusados formalmente por irregularidades.
En el caso de la primaria Juan Escutia, los padres han detectado sobreprecios en insumos y cuotas adicionales no documentadas, lo que ha intensificado la inconformidad general por la falta de claridad y gestión responsable de los recursos.
Esta denuncia pone sobre la mesa la urgencia de establecer mecanismos más efectivos de supervisión y transparencia en el manejo de recursos escolares para garantizar un ambiente adecuado y justo para los estudiantes y la comunidad educativa.
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