El movimiento de autodefensa en el municipio de Oteapan, Veracruz, ha experimentado una reactivación significativa durante el último mes, incrementando su número de integrantes de aproximadamente 100 a más de 300 personas, entre hombres y mujeres. Estas personas están organizadas en diversas colonias, donde llevan a cabo patrullajes armados con armas largas, cortas, machetes y palos, con el objetivo de proteger a su comunidad ante la creciente inseguridad.
La formación de este grupo surge tras un notable aumento en los delitos registrados en agosto, especialmente robos cometidos con armas de fuego. La creciente ola de violencia ha motivado a los pobladores a tomar las armas para defenderse, en un contexto donde consideraron que las autoridades municipales no garantizan la seguridad necesaria para el bienestar del municipio.
Los integrantes de las autodefensas han dado señales claras de su presencia mediante la colocación de lonas y pintas en las entradas principales de Oteapan, donde se identifican como “Autodefensas”. A pesar de la negación inicial de la gobernadora Rocío Nahle respecto a la existencia de dicho grupo, la comunidad reafirma con determinación su derecho a la autonomía indígena y a protegerse frente a la violencia. Sostienen que portar armas y machetes forma parte esencial de esta defensa autónoma en respuesta a la inseguridad reinante.
En las últimas semanas, el movimiento ha logrado un impacto positivo en la reducción de los delitos en Oteapan, reportando casi dos semanas sin incidentes mayores. Este resultado fortalece la percepción de eficacia sobre la estrategia de vigilancia comunitaria que han implementado. Además, han establecido un acercamiento reciente con elementos de la Marina Armada de México, logrando un acuerdo enfocado en la coordinación para mejorar la seguridad local.
La autodefensa está integrada principalmente por campesinos y trabajadores del municipio, quienes insisten en que su lucha no se basa en el uso arbitrario de armas, sino en la necesidad urgente de salvaguardar a su pueblo frente a grupos delincuenciales armados que amenazan su tranquilidad. Consideran esta acción como imprescindible para mantener la paz en esta comunidad de casi 30,000 habitantes.
Hasta el momento, ni el gobierno estatal ni el municipal han buscado entablar diálogo con los autodefensas, quienes mantienen firmemente su postura de continuar estando armados y vigilantes, señalando que la seguridad es una responsabilidad colectiva que no puede esperar por la intervención exclusiva de las autoridades oficiales.
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