¿Qué pasó en el mercado laboral de Yucatán? Según un reporte publicado por Yucatán Alamano, más del 50% de los trabajadores en la entidad se encuentran en condiciones informales, lo que implica la falta de acceso a seguridad social y derechos laborales fundamentales.
La tasa de informalidad en Yucatán supera el promedio nacional, pues mientras en México la informalidad laboral es del 54.8%, en la entidad rebasa este número. En las zonas rurales de Yucatán la situación es más crítica, con cerca del 70% de la población activa sin formalizar, y en la capital, Mérida, la cifra llega al 43.6%.
El segmento informal en Yucatán abarca principalmente actividades como el comercio en tianguis, el ambulantaje, el trabajo doméstico y los servicios de reparto domiciliario vía aplicaciones móviles. En paralelo, sectores como la agricultura y la pesca, de vital importancia en varias comunidades rurales, también registran altos niveles de empleo informal.
En el ámbito nacional, el sector agropecuario ha perdido aproximadamente 524 mil empleos, afectando directamente a Yucatán, donde más de 150 mil personas dependen de estas actividades. Por su parte, la construcción también enfrenta una crisis, con una reducción de 105 mil puestos laborales a nivel nacional. La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en Yucatán ha señalado aumentos en costos y retrasos en obras públicas, dificultando la creación de empleos formales.
La prevalencia de la informalidad y el debilitamiento de sectores como la agricultura y la construcción ponen en riesgo la estabilidad laboral y económica de miles de familias yucatecas. Esto resalta la necesidad de impulsar políticas públicas que promuevan la formalización y fortalezcan la economía local.
La situación laboral en Yucatán refleja un desafío estructural que demanda atención inmediata. Para entender cómo estas dinámicas impactan la vida cotidiana en el estado, sigue nuestra cobertura completa en la sección de Yucatán.